sábado, 14 de junio de 2008

Increíble, pero cierto


Albert Einstein, en sus teorías de la relatividad, establecía que la velocidad de la luz era la velocidad máxima en el Universo. Un año-luz es la distancia que recorre la luz en un año, que traducida a nuestro modo de medir las distancias, es igual a 9.461 mil millones de kilómetros.
Está claro, ¿verdad? Hace 3.800 millones de años se desarrolló la vida sobre la Tierra y parece ser que es el único planeta que sustenta seres vivos. Nosotros estamos en una galaxia que se llama Vía Láctea, que es del tipo espiral y que contiene 200.000 millones de estrellas, con su centro galáctico a una distancia de 25.000 años-luz del Sol.

Las galaxias son grupos enormes de estrellas que se mantienen agrupadas por mutua atracción gravitatoria, obedeciendo a la teoría de Gravitación Universal, en que se fundamenta la astronomía moderna, y que fue formulada por Isaac Newton, quien afirmó que era la gravedad la que mantenía a los planetas en sus órbitas. Las galaxias tienen formas diferentes: espirales, elípticas e irregulares. En el Universo también existen los quasares, que son núcleos de viejas galaxias lejanas en explosión y pese a tener un tamaño menor que una galaxia media, son ciento de veces más brillantes.

El primer quasar descubierto, a la vez, el más cercano - 3C-273 -, está a 2.000 millones de años-luz y es tan brillante como 200 galaxias juntas. El hombre ha puesto en el espacio cósmico ingenios que viajan a estrellas distantes, como Marte, viajes que necesitan años para alcanzar su objetivo, y como idea de aproximación, podemos decir que un moderno Jumbo tendría que volar 20 años para llegar al Sol. Las principales galaxias - las más próximas a nosotros - son Andrómeda y la galaxia del Triángulo, a 2.200.000 años-luz, la Gran Nube de Magallanes a 170.000 y la Pequeña Nube de Magallanes a 190.000 años-luz Una estrella es un enorme globo de hidrógeno gaseoso en combustión, debido a las reacciones nucleares que se producen en su núcleo y que conserva su estado y forma, gracias a la gravedad que, además, evita que explote.
Por otra parte, los científicos dicen que una estrella gigante roja tiene un diámetro hasta 1.000 veces el diámetro del Sol, que es una estrella simple, algo inusual en el Universo. Por finalizar este "Increíble, pero cierto", anotemos los nombres de los principales científicos que han establecidos estos conocimientos del Universos, que son inimaginables para el hombre común. Aparte de los ya nombrados - Einstein y Newton - están Mark Planck, con su teoría quántica, Edwin Hubble, que afirmó que el Universo se expande y Stephen Hawking el científico de los agujeros negros, que han supuesto aportaciones fundamentales a los campos de la cosmología relativa clásica y a la cosmología cuática.

Lo que los jóvenes queremos escuchar


Es agradable hablar bien

En el habla corriente o al escribir, muchas veces, usamos expresiones que la gramática denomina vulgarismos y, al utilizarlas, nuestros interlocutores o lectores pueden rebajar nuestro nivel de conocimientos.

Hay verbos que admiten el dequeísmo, como: Estar seguro de que - Estoy contento de que - Estoy harto de que - Me alegro de que. Sin embargo, otros verbos rechazan el de que: Pienso que - Creo que - Dijo que - Veo que - o Me entusiasma que..
También, es bueno saber que se puede reforzar la negación del adverbio no. agregando los adverbios nunca, jamás o los pronombres indefinidos nadie, ninguno o nada. La negación no tiene la misma fuerza, diciendo No lo he visto que si se dice "No lo he visto nunca" o "No he visto jamás a ninguno"
La prensa, la radio y la televisión, son poderosos medio de difusión y, según parece, a los periodista y locutores poco les importa inducir a error a sus lectores o auditores. Se trata del error que se comete debido a que hay nombres femeninos que para evitar eufonía admiten el determinante el, aunque comiencen con a, acentuada o no con tilde: El ave, el alma, el agua, el hacha, Pero esta regla NO se aplica a ningún otro determinante. Por lo tanto, es grave error decir:
este agua, ese ave, este arma, este área, aquel hacha.
Sin embargo, si el nombre femenino comienza con a no acentuada, lleva siempre el determinante la, como "la alabanza, la avaricia, la aviación etc." Por último, lo correcto es decir: La alma mater -y no - El alma mater

Al perderte yo a ti

Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.
Ernesto Cardenal